Activos operativos

Los activos operativos son aquellos activos adquiridos para su uso en la conducción de las operaciones en curso de un negocio; esto significa activos necesarios para generar ingresos. Ejemplos de activos operativos son:

  • Efectivo

  • Gastos pagados por anticipado

  • Cuentas por cobrar

  • Inventario

  • Activos fijos

Si existen activos intangibles reconocidos, como las licencias de tecnología necesarias para fabricar bienes, estos también deben considerarse activos operativos.

Los activos que no se consideran activos operativos son los que se utilizan con fines de inversión a largo plazo, como los valores negociables. Los activos que ya no se utilizan para operaciones, como los activos mantenidos para la venta, tampoco se consideran activos operativos. Además, un activo que no es efectivo y que se mantiene con fines de inversión, como una propiedad de inversión, no se considera un activo operativo.

A los inversores les gusta comparar la cantidad de activos totales registrados por una empresa con la cantidad total de activos operativos, para ver si la empresa está operando con la proporción correcta de activos operativos. De lo contrario, pueden presionar a la administración para que liquide algunos activos no operativos y devuelva los fondos a los inversores en forma de dividendo o recompra de acciones. También es útil dividir las ventas entre los activos operativos totales y observar en una línea de tendencia la capacidad de la administración para minimizar su inversión en activos por cada dólar de ingresos.

Un signo de una gestión excelente es una empresa que puede generar ingresos rentables de forma continua con la menor inversión en activos operativos. Sin embargo, esta no es una interpretación fácil de hacer, ya que una empresa que se expande a nuevas líneas de negocio puede encontrar que diferentes segmentos requieren el uso de cantidades variables de activos.

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