Definición de tasa de pago

La tasa de pago es la proporción de dividendos que una empresa paga a los inversores en relación con sus ingresos netos declarados. Los inversores lo utilizan para evaluar la capacidad de una empresa para pagar dividendos. La relación se puede utilizar para obtener la siguiente información:

  • Un índice alto indica que el directorio de la compañía esencialmente está entregando todas las ganancias a los inversionistas, lo que indica que no parece haber un mejor uso interno para los fondos. Esta es una fuerte indicación de que una empresa ya no opera en ningún mercado en crecimiento.

  • Un índice bajo indica que el directorio está más preocupado por la reinversión de fondos en el negocio, con el supuesto de que los inversores generarán, en cambio, un rendimiento a través de la apreciación de sus acciones en el mercado.

  • Una tendencia a la baja en el índice puede indicar que los flujos de efectivo de la empresa están disminuyendo, por lo que hay menos efectivo disponible para dividendos.

  • Una tendencia al alza indica que los flujos de efectivo de la empresa están aumentando, lo que facilita que la empresa respalde más pagos.

  • Una relación de pago de más de 1: 1 no es sostenible y eventualmente conducirá a una peligrosa disminución de las reservas de efectivo de la empresa. La única excepción es cuando los gastos no monetarios, como la depreciación y la amortización, reducen los ingresos netos por debajo de la cantidad de flujos de efectivo que realmente se generan.

El cálculo de la tasa de pago consiste en dividir la cantidad de dividendos pagados por acción por la cantidad de ganancias netas por acción, para lo cual la fórmula es:

Dividendo por acción ÷ Beneficio por acción = Relación de pago

La tasa de pago puede ser engañosa, porque compara una partida en efectivo (dividendos pagados) con una partida de base devengada (ingreso neto). Es completamente posible que una empresa pueda reportar una cifra alta de ingresos netos sin tener suficientes flujos de efectivo para soportar grandes distribuciones de dividendos, por lo que la relación entre las dos cifras puede ser turbia.

Desde la perspectiva de un inversor, la relación debe ser constante o con tendencia ascendente. De lo contrario, los inversores atraídos por las acciones debido a sus dividendos anteriormente confiables venderán sus acciones, lo que resultará en una reducción en el precio de las acciones de la compañía.

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