La prima de control

La prima de control es el exceso que paga un comprador sobre el precio de mercado de una empresa objetivo para obtener el control. Esta prima puede ser sustancial cuando una empresa objetivo posee propiedad intelectual, bienes raíces u otros activos cruciales que un adquirente desea poseer.

Cuando los inversionistas compran acciones en una empresa, obtienen el derecho a dividendos, cualquier apreciación en el precio de mercado de las acciones y cualquier participación final en los ingresos si se vende la empresa. Si un inversor compra al menos una participación mayoritaria del 51% en una empresa, también obtiene el derecho a redirigir la empresa de la forma que elija. En consecuencia, la obtención de una participación controladora vale un precio adicional, que se denomina prima de control.

La prima de control puede ser un problema insignificante si el objetivo está al borde de la quiebra, ya que la naturaleza presuntamente a corto plazo del negocio hace que la prima de control sea esencialmente irrelevante. Sin embargo, si el objetivo es un negocio sólido que el adquirente pueda mejorar, la prima de control puede ser un factor importante. La evidencia histórica muestra que las primas de control para negocios saludables pueden oscilar entre el 30% y el 75% del precio de mercado de las acciones de una empresa.

La prima de control no es un concepto en blanco y negro, donde el primer 51% de propiedad es más valioso que el 49% restante. En cambio, considere la multitud de situaciones en las que la propiedad se divide entre muchos propietarios. Por ejemplo, ¿qué pasa si hay tres accionistas, dos con el 49% y uno con el 2% de las acciones? En este caso, el accionista del 2% posee una parte extremadamente valiosa del negocio, dada su capacidad para impactar en los votos, y que sin duda tendría una prima. Alternativamente, ¿qué pasa si hay cientos de pequeños accionistas y un accionista que posee el 35% de una empresa? Poseer ese 35% podría no resultar en el control absoluto del negocio, pero puede ser mucho más fácil de obtener en comparación con la búsqueda de cientos de otros accionistas que exige una prima.

El concepto de prima de control es una razón clave por la cual los adquirentes a veces reducen sus precios de oferta por las acciones restantes en circulación en una adquisición de dos niveles. Si un adquirente ya ha logrado el control sobre un negocio, ya no existe una prima de control asociada con las acciones adicionales, lo que por lo tanto reduce su valor.

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