Cuenta de saldo cero

Una cuenta de saldo cero (ZBA) es parte de un sistema de fondo común. Por lo general, tiene la forma de una cuenta corriente que se financia automáticamente desde una cuenta central en una cantidad suficiente para cubrir los cheques presentados. Para hacerlo, el banco calcula el monto de todos los cheques presentados contra una ZBA y los paga con un débito en la cuenta central. Además, si los depósitos se realizan en una cuenta ZBA, el monto del depósito se transfiere automáticamente a la cuenta central. Además, si una cuenta subsidiaria tiene un saldo deudor (descubierto), el efectivo se transfiere automáticamente de la cuenta central a la cuenta subsidiaria en una cantidad suficiente para que el saldo de la cuenta vuelva a cero. Además, los saldos de las cuentas subsidiarias se pueden establecer en un monto objetivo específico, en lugar de cero, de modo que se mantenga algo de efectivo residual en una o más cuentas.

Hay tres transacciones ZBA posibles, todas las cuales ocurren automáticamente:

  • El exceso de efectivo se transfiere a una cuenta central

  • El efectivo necesario para cumplir con las obligaciones de pago se transfiere de la cuenta central a las cuentas corrientes vinculadas

  • El efectivo necesario para compensar los saldos deudores se transfiere de la cuenta central a las cuentas vinculadas

El resultado neto de una ZBA es que una empresa retiene la mayor parte de su efectivo en una ubicación central y solo distribuye efectivo de esa cuenta central para pagar las necesidades inmediatas. Este enfoque también reduce el riesgo de una transferencia fraudulenta de la cuenta de saldo cero, ya que hay muy poco efectivo en ella. Una ventaja clave de la cuenta de saldo cero es que se puede agregar efectivo para aprovechar mejores alternativas de inversión.

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