Retorno sobre activos totales

El rendimiento de los activos totales compara las ganancias de una empresa con los activos totales invertidos en ella. La medida indica si la administración puede utilizar los activos de manera efectiva para generar un rendimiento razonable para una empresa, sin incluir los efectos de los impuestos o las cuestiones financieras.

El cálculo del rendimiento de los activos totales son las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT), divididas por la cifra de activos totales que figura en el balance. La cifra de EBIT se utiliza en lugar de las ganancias netas para centrar la atención en las ganancias operativas. La formula es:

Ganancias antes de intereses e impuestos ÷ Activos totales = Retorno sobre activos totales

Por ejemplo, ABC International reporta ganancias netas de $ 100,000. Esta cifra incluye gastos por intereses de $ 12,000 e impuestos sobre la renta de $ 28,000. Cuando se suman estos dos gastos, el EBIT de la empresa es de $ 140.000. La cifra de activos totales de la empresa es de $ 4,000,000. Por tanto, el rendimiento sobre los activos totales es:

$ 140,000 EBIT ÷ $ 4,000,000 Activos totales = 3.5% Retorno sobre activos totales

La cifra de activos totales incluye las contracuentas, lo que significa que la depreciación acumulada y la provisión para cuentas de cobro dudoso se restan del monto bruto de activos en el balance.

El concepto es útil para fines de comparación. Por ejemplo, un analista externo puede comparar el rendimiento de los activos totales de varios competidores en la misma industria para determinar cuál está reportando el uso de activos más eficiente en comparación con las ganancias.

Internamente, el concepto se puede utilizar como base para una investigación detallada de qué activos no son productivos y, por lo tanto, deben eliminarse. También puede conducir a un examen de la inversión de capital de trabajo, para ver si las políticas operativas se pueden ajustar para minimizar la cantidad de capital de trabajo.

Una preocupación con esta medición es que el denominador se deriva de los valores en libros, en lugar de los valores de mercado. Esto es especialmente preocupante cuando una empresa tiene una gran inversión en activos fijos que tienen un valor superior al indicado por sus valores contables declarados. En este caso, el rendimiento calculado sobre los activos totales es mayor de lo que realmente es, ya que el denominador es demasiado bajo.

Otra preocupación con esta medición es que no se centra en cómo se financiaron los activos. Si una empresa utilizó deuda de alto costo para comprar sus activos, el rendimiento de los activos totales podría ser favorable, mientras que la empresa corre el riesgo de incumplir con la deuda.

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